Además de las joyas arquitéctónicas del siglo XX, Barcelona ya cuenta con una del siglo XXI: La Torre Agbar. Se trata del rascacielos de Barcelona por excelencia. Es el tercer edificio más alto de la ciudad, (después del Hotel Arts y la Torre Maphre) pero que llama la atención por su forma cilíndrica y ovoidal, recordando la arquitectura sin líneas rectas de Gaudí , así como su impresionante iluminación nocturna.
Las torres Rialto o Rialto Towers de Melbourne son dos torres gemelas que definen el skyline de Melbourne y, por tanto, un emblema que nos permite identificar rápidamente la ciudad. Este par de gemelas se convirtieron en su día en el edificio más alto del cono sur, y aun no han conseguido ser desbancadas de su record.
La Torre Jin Mao, de 420 metros de altura, es uno de los edificios más queridos por los habitantes de Shanghai y más fotografiados por los turistas, por su característica forma, que recuerda a un gigantesco tronco de bambú. Fue el rascacielos más alto de la ciudad hasta la construcción el Shanghai World Financial Center.
La torre de televisión La Perla de Oriente, en Shanghai, es el símbolo de la ciudad y uno de los rascacielos que aparecen inexorablemente en las postales de los turistas.
El Shanghai World Financial Center es, con sus 492 metros de altura, el edificio más alto de la ciudad y uno de los mayores rascacielos del mundo. Su construcción comenzó en 1997 y no terminó hasta once años más tarde, ofreciendo por fin a la ciudad su peculiar forma, que le ha hecho ser conocido popularmente como “el abrebotellas”.
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