El Duomo, o catedral de Milán, es el símbolo de la ciudad. Su construcción se prolongó entre 1386 y 1887, y los expertos aseguran que se trata de una de las catedrales con más encanto del mundo, además de ser una de las más grandes.
El Parco Sempione o Parque Sempione de Milán es un enorme parque de casi 400.000 metros cuadrados, situado en el corazón de la ciudad, junto al Castillo Sforzesco. Fue construido en 1890, de la mano del arquitecto Emilio Alemagna, pero toma su nombre del Túnel del Sempione, que fue construido en 1906.
El Castelo Sforzesco de Milán es un claro ejemplo de arte renacentista. Fue construido por la familia Sforza en el siglo XV y posteriormente fue residencia de Ludovico el Moro, aunque lo que vemos no es la construcción original, sino el resultado de una serie de transformaciones que han ido desarrollándose durante varios siglos.
La Galleria Vittorio Emanuele II de Milán es una galería comercial que Giuseppe Mangoni levantó en el siglo XIX. En ella podremos encontrar tiendas con las mejores firmas de ropa, antiguas librerías llenas de encanto y locales comerciales de gran lujo, además de exquisitas cafeterías y bares.
La iglesia de Santa Maria della Grazie se encuentra situada en la plaza del mismo nombre. Comenzó a ser construida en 1492, cuando imperaba el estilo gótico, aunque fue terminada en pleno Renacimiento.
Si no encuentra la información deseada sobre visitar la piazza y teatro alla scala de milan, intente realizar la búsqueda en Google: