Si desea llegar por carretera a Praga, ha de saber que las carreteras checas no presentan especiales diferencias con las de los países del resto de Europa. Su condición de ciudad céntrica donde las haya ha provocado que la red de carreteras esté siendo renovada y mejorada a fondo. Hay un determinado número de autopistas, que distinguiremos por estar señaladas con la letra D; las rutas internacionales, por su...
Saber cómo llegar a Praga será fácil, pues la República Checa está situada exactamente en el centro de Europa. Su privilegiada situación, y por ende la de su capital, Praga, hacen que las comunicaciones con el resto de los países y capitales europeos sean de primer orden. A Praga se puede llegar en carretera.
Si desea llegar en tren a Praga hemos de decirle que las estaciones de tren de Praga son competencia de la empresa Ceské Dari (www.cd.cz), así como el sistema de vías ferroviarias. Hay varios tipos de trenes: los de nombre Rychlíck alcanzan las principales poblaciones del país, y los Osobnýlak son de tipo local, y se detienen en todas las localidades. Los trenes son más cómodos y puntuales que...
Si desea llegar en avión a Praga, llegará al aeropuerto internacional Praga Ruzyne, que está a unos 17 km de la capital. Llegar desde este aeropuerto al centro de la ciudad lleva al viajero unos 20-25 minutos, si lo hace por carretera, y unos 55 minutos si decide emplear el transporte público. En este aeropuerto operan unas cincuenta compañías aéreas, que mantienen las conexiones por el aire entre la...
El castillo de Praga es el castillo antiguo más grande del mundo; con 70.000 metros cuadrados es una auténtica ciudad amurallada. Es una visita imprescindible, ya que en su interior están los edificios más destacados de la ciudad: La Catedral de San Vito, el Palacio Real, La Basílica de San Jorge o la Torre de la Pólvora, además del famoso Callejón de Oro. En verano también se pueden visitar los 6 maravillosos jardines que...
El Campo de concentración de Terezín o Theresienstadt es una visita que consideramos imprescindible, aunque se encuentre a 60 KM de Praga. En este recinto podremos notar de primera mano, a través de sus instalaciones perfectamente conservadas y su silencio, la angustia de más de 144.000 prisioneros judíos que pasaron por allí durante la II Guerra Mundial. Sólo sobrevivieron 17.000.
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