Si quiere descanso, buenas vistas y un agua azul casi transparente, en Cala Salada encontrará lo que busca. Se trata de una pequeña calita de arena, rodeada de suaves colinas pobladas de pinos. Muchos lugareños acuden a este lugar para disfrutar de un día tranquilo de sol y playa.
El casco antiguo de la ciudad de Ibiza es conocido como Dalt Vila. Se puede acceder a ella por el Portal de ses Taules, un puente levadizo que conduce hasta la puerta principal que, vigilada por dos estatuas romanas, nos da la bienvenida. Desde allí ingresaremos a la Plaza de Vila o plaza principal.
La Discoteca Pachá de Ibiza es sinónimo de fiesta. Muy conocida internacionalmente, este local es al que acude todo el mundo que quiere pasar una noche de buena música y diversión cuando visita Ibiza.
La localidad de Santa Eulalia, o Santa Eulària en catalán, es la tercera población en número de habitantes de la isla. Cuenta con la ventaja de encontrarse a tan sólo 21 kilómetros del aeropuerto y es visitada por las familias que acuden a la isla buscando, ante todo, playa, sol y tranquilidad.
El mercadillo Punta Arabí, de aires hippies, comenzó su andadura en los años 70, y desde entonces ha conformado, todos los miércoles, uno de los paisajes más pintorescos de la isla de Ibiza.
La zona de La Marina y el Puerto de Ibiza constituye uno de los paisajes más emblemáticos de Ibiza capital. El barrio de La Marina es, además, la entrada a Dalt Vila, la zona amurallada que constituye el corazón de la ciudad, por lo que se puede considerar una prolongación de la misma.
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