El Puente Romano de Córdoba une el Barrio de la Catedral con el Campo de la Verdad, atravesando el río Guadalquivir. También se conoce con el nombre de “Puente Viejo”, pues es la única construcción de sus características que se ha mantenido en pie hasta la construcción del Puente de San Rafael, veinte siglos después.
Si busca la calle más popular de la ciudad, probablemente esté pensando en la calleja de las Flores de Córdoba. Se trata de una vía peatonal a la que se accede desde la calle de Velázquez Bosco. No tiene salida y desemboca en una pequeña placita llena de encanto, con fachadas repletas de geranios y claveles.
La Plaza de la Corredera de Córdoba fue, allá por el siglo XV, una explanada situada a las afueras de la ciudad que servía de punto de reunión de los arrieros cordobeses. Posteriormente se utilizó para la realización de corridas de toros y para los juegos de cañas, lo que dio lugar al nombre con el que se conoce actualmente.
Una visita a la Torre de la Calahorra es sumergirse en la cultura de Al-Alndalus a través de sus personajes, su sabiduría y su música. Se trata de un museo de tres plantas, con salas tematizadas.
La ciudad cuenta con una localización estratégica que le permite estar muy bien comunicada, por lo que llegar por carretera a Córdoba es fácil para quienes deseen hacerlo con su vehículo particular, a través de un coche de alquiler o mediante las diferentes líneas de autobuses que llegan a la ciudad procedentes de toda la geografía española.
El Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba es un edificio de carácter militar, construido durante el reinado de Alfonso XI, en 1328, sobre los restos de otras construcciones, pues el recinto estaba ya ocupado en época romana.
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